martes, 24 de octubre de 2017

creepypasta: el edificio maldito.


No sé por qué me pareció buena idea venir a este sitio, si los rumores decían que los que decidían entrar acababan muriendo sin razón aparente. Ahora me toca a mi, por ingenua. Bueno, será mejor que os cuente qué pasó para que os podáis poner en situación de todo lo que está pasando en estos momentos. Era media mañana y mis amigas y yo habíamos decidido ir de compras al centro comercial. Era casi como una rutina y no podíamos parar de hacerlo. El dinero no era problema ya que pertenecíamos a las familias más ricas del país. Después de varias horas comprando, decidimos descansar en una de las cafeterías que había en ese centro. Mientras estábamos tomando nuestros refrescos, escuchamos a varias personas que dos niños murieron tras ir al edificio de la zona norte de la ciudad. La causa de la muerte son desconocidas todavía ya que los forenses descartaron que fuera un paro cardíaco o algo por el estilo, así que dijeron que fue causa de ese edificio, ya que está maldito. En ese edificio habita el espíritu de una mujer que odia a las personas, más a los niños ya que por culpa de ellos tuvo un accidente y murió ya que se clavó una estaca en el corazón. Por aquél entonces, ese edificio estaba abandonado por lo que los niños lo utilizaban para sus juegos. Un día una chica fue a verlo y, al encontrarse con más niños como ella, se alegro y les preguntó si podía jugar con ellos pero los chicos comenzaron a empujarla y golpearla ya que, según ellos, era horrenda y no debía ni dirigirles la palabra. Uno de esos empujones produjo la muerte instantánea de la chica haciendo que se cayera hasta unas estacas que había en el suelo. Nosotras pensamos que simplemente era causa de la vida y no por un edificio supuestamente maldito. Craso error. Mientras volvíamos a casa, se me ocurrió la idea de ir a ese edificio para comprobar si era verdad o no. Todas aceptaron sin problemas y acordamos en ir el fin de semana al edificio. Al llegar el fin de semana, nos dirigimos por la tarde-noche hacia ese edificio, o mejor dicho, hacia nuestra muerte. Al llegar, todas nos miramos decididas y abrimos la puerta para, seguidamente, entrar. Mientras caminábamos, escuchábamos cosas raras, pero le echamos la culpa al viento. De repente, escuchamos un crujido y el suelo se rompió en una zona en la que estaba una de mis amigas. Esta cayó y vimos como su cuerpo se partía tras recibir el golpe contra el suelo de lo que parecía ser un sótano o una cochera. Todas gritamos e intentamos salir para pedir ayuda, pero la puerta se cerró antes de que nosotras pudiéramos salir. Después de eso, buscamos alguna ventana o escalera para poder buscar ayuda pero, de repente, hubo un terremoto y parte del techo se cayó matando a otra amiga mía. Solo quedábamos dos. Tanto mi última amiga y yo no nos lo podíamos creer, dos de nuestras amigas habían muerto así de la nada. Tanto ella como yo seguimos buscando agarradas de las manos asustadas y sin saber qué hacer. Y sin que no los esperáramos, una voz se escuchó diciendo.

- Ahora… os toca… a vosotras… debéis…. Morid… Los niños… son asquerosos...

Gritamos y comenzamos a correr pero esa voz que antes escuchamos apareció en forma de fantasma, entrando dentro de mi última amiga matándola. Después de dejarla en el suelo, salió de su cuerpo y me miró con una cara que asustaba. Y, ahora, estoy aquí, viendo como esa fantasma se va acercando cada vez más a mí para matarme. Mientras se iba acercando cada vez más a mi iba diciendo:

- Los niños… solo… saben… hacer daño… no piensan… en nadie más que… en ellos mismos… los… odio… a todos… a todos… ¡los odio a todooooooooooos!


Y después de ese grito tan espeluznante me envolvió y sentí como el aire me iba faltando cada vez más y más mientras esta apretaba el corazón hasta reventarmelo… Ahora ya no se lo que se siente al respirar, al tocar las cosas, sentir amor, calor, frío… Ahora solo siento rencor y ganas de matar a todo aquel que se adentre en este edificio al cual denominaron… el edificio maldito. Un edificio en el que ocurren muertes sin sentido y las cosas se mueven sin razón aparente. Pero nosotras sabemos el por qué de las muerte, ya que las causamos nosotras debido al odio y a la desesperación de no poder ser libres de nuevo. Vaya, parece que un grupo de chicos acaban de entrar. Vamos… a hacer… que se sientan… como en casa…. Jejeje.

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